Las Ilhas Berlengas, en Portugal, es uno de esos sitios que por más tiempo que pase nunca se te borran de la memoria. Es imposible olvidar un rincón tan pequeño pero con tantísimo encanto y con tal cantidad de rincones mágicos que ver.
Este archipiélago, ubicado a aproximadamente 10 kilómetros (5,7 millas) del Cabo Carvoeiro, en Peniche (distrito de Leira), está formado por tres islas, Berlenga Grande, Islas Estelas y Farilhoes-Forcadas, y está catalogado como Reserva Natural desde 1981 y como Reserva de la Biosfera por la UNESCO desde 2011.
Berlenga Grande es la de mayor tamaño, con a penas 0,800 km² y es la única isla “habitada”, eso sí, únicamente para asegurar los servicios del faro y la vigilancia del parque, ya que durante determinadas semanas e incluso meses la isla permanece totalmente aislada debido al estado del mar.
¿Quieres saber más sobre este lugar tan curioso y desconocido? Sigue leyendo y acompáñame a visitar las Islas Berlengas, el tesoro oculto de Portugal.
¿Qué ver en las Islas Berlengas?
Pese a ser una isla muy pequeña es increíble la cantidad de sitios interesantes y maravillosos que hay para ver y visitar. ¿No te lo crees? Mira…
• Bairro dos Pescadores
El Bairro dos Pescadores es el único pueblo (por llamarlo de alguna manera) de las Islas Berlengas. Aquí se encuentra el puerto y se concentran varios restaurantes. También alberga el centro de visitantes de la Reserva Natural das Ilhas Berlengas y unos baños públicos.
A escasos metros, ya subiendo por el camino que nos conduce al faro, se encuentra una zona de camping construida en varias terrazas en la ladera de la montaña. Cuesta unos 8 € por día y tienda y se puede reservar a través del email campismo.berlenga@cm-peniche.pt o de la Oficina de Turismo de Peniche.
• Praia do Carreiro do Mosteiro
A la praia do Carreiro do Mosteiro se accede por un estrecho paseo desde el puerto del Bairro dos Pescadores. Tras atravesar un coqueto puente llegamos a una pequeña cala de arena dorada y aguas limpias de color verde esmeralda.
Suele estar bastante llena de gente al ser la zona de baños más accesible de la isla, pero pocos son los valientes que se atreven a zambullirse en las frías aguas de esta zona del océano Atlántico.
• Senderismo contemplando la flora y la fauna
La importancia del patrimonio natural de las Islas Berlengas es incalculable debido a su peculiar ecosistema insular y a la biodiversidad que allí se concentra.
Es por ello que las visitas están limitadas a 350 personas al día, un número que teniendo en cuenta el tamaño de la isla me parece demasiado elevado (por ejemplo, a la Reserva Natural Integral de Muniellos, aquí en Asturias, con una extensión de casi 55 km² sólo pueden acceder 20 personas al día).
En cuanto a vegetación, alberga especies endémicas como la armeria berlengensis, la herniaria berlengiana o la pulicaria microcephala y en lo que se refiere a fauna abundan aves como las gaviotas (un número elevadísimo) y en menor medida el arao, especie parecida al pingüino pero más pequeña, en peligro de extinción y símbolo de la reserva. También hay muchísimas lagartijas que corretean por los senderos y esquivan como pueden las pisadas de los turistas.
La vida subacuática que rodea a las Islas Berlengas también merece una mención especial ya que sus aguas constituyen una reserva marina de unas 985 hectáreas con infinidad de especies.
• Farol Duque de Bragança
El faro del Duque de Bragança fue erigido a finales del s.XIX y se encuentra a nada más y nada menos que 121 metros sobre el nivel del mar. Su luz se extiende hasta a 50 kilómetros en días despejados y desde 2001 funciona mediante baterías y energía solar.
Es importante saber que el acceso no está permitido al público, de hecho, hay una cadena que prohibe el paso a la entrada, así que mejor respetarla.
• Forte de SaÕ JoaÕ Batista
La historia del fuerte de SaÕ JoaÕ Batista se remonta al s.XVI, cuando varios monjes de la Orden de San Jerónimo, con la ayuda de la reina Doña Leonor, deciden establecer allí el Mosteiro da Misericórdia da Berlenga para auxiliar a las víctimas de los numerosos naufragios que se sucedían en esta parte de la costa Atlántica.
Sin embargo, los incontables ataques por parte de corsarios ingleses, marroquíes, etc. a los que los monjes tuvieron que hacer frente durante años así como la escasez de recursos que sufrían, hicieron que desistieran en su labor y abandonaran el lugar.
Posteriormente fue utilizado como fuerte militar, en 1953 comenzó a funcionar como restaurante y actualmente alberga un hostal regentado por la AssociaÇÃo dos amigos da Berlenga, con habitaciones muy básicas por unos 20-25 €/noche y con servicio de bar.
Eso sí, para consumir hay que hacerse “socio solidario” por 1 € o 1,5 € (ahora mismo no recuerdo bien). Un valor simbólico ya que no tienen permiso para vender comida y bebida a gente ajena a la asociación.
El entorno es alucinante, desprende magia por cada una de las piedras que lo componen y no resulta difícil trasladarnos con nuestra imaginación a otra época, incluso a otro mundo (fácil imaginar alguna escena de ‘Juego de Tronos’ aquí, ¿verdad?).
La peor parte es el empinado camino que conduce hasta allí, un sinfín de escalones que, como es lógico, tras bajar hay que volver a subir, pero bueno, con calma, una botella de agua y algo para protegerse la cabeza si hace sol se puede hacer sin problema.
⇒ Si vamos con niños debemos extremar las precauciones porque puede ser peligroso
• Miradores
A estas alturas del post seguro que ya compartes conmigo la idea de que la isla es por sí sola un gran mirador. De todas formas, también hay diversos puntos definidos en varios lugares con paneles informativos desde donde se tienen unas vistas que quitan el sentido y, además, están bastante poco frecuentados.
Ya sabes, el ser humano es por naturaleza vago, así que aprovecha tus piernas para escaparte del bullicio y disfrutar de un entorno que no mucha gente llega a descubrir.
• A remojo…
Si lo tuyo es chapotear en el agua y no te acobardas ante las gélidas aguas del océano Atlántico no dejes de divertirte a remojo en alguna de las calas que hay repartidas por la isla. La mayoría son de difícil acceso a pie y a algunas sólo se puede llegar en lancha.
También puedes aprovechar para practicar snorkel o, si eres más valiente, para saltar desde las rocas como la chica de la foto de aquí abajo (eso sí, con traje de neopreno, ¡no te vayas a pensar!).
¿Cómo moverse por las Islas Berlengas?
La decisión es bien fácil porque solamente hay dos opciones, una por tierra y otra por mar. Por la superficie de la isla uno solo se puede mover a pie, lo que tampoco supone un gran problema ya que las distancias son realmente cortas.
El único inconveniente (por llamarlo de alguna manera) son los grandes desniveles que hay que superar en algunas zonas como puede ser desde el Bairro de Pescadores hacia la parte alta de la isla y desde ésta hasta el fuerte de SaÕ JoaÕ Batista y viceversa.
⇒ El acceso rodado está totalmente prohibido en las Islas Berlengas
Otro medio de transporte que se puede utilizar, esta vez por mar, es la lancha. Diferentes embarcaciones (algunas incluso con el fondo de cristal) realizan trayectos cortos alrededor de la isla visitando sus peculiares formaciones rocosas como “el elefante”, “la catedral”, “la cueva azul” o el furado grande, una cueva de 70 metros de profundidad que atraviesa toda la isla y que desemboca en una cala llamada la cova do sonho.
⇒ El paseo en lancha, de aproximadamente 20 minutos, cuesta unos 6 €
¿Cómo llegar a las Islas Berlengas?
Es posible visitar las Islas Berlengas de mayo a septiembre, que es cuando las condiciones del mar lo permiten. Para ello hay que reservar con antelación (sobre todo en temporada alta) por teléfono, por email o en las casetas de venta de las diferentes compañías que ofertan el trayecto que hay en el puerto de Peniche.
Algunas empresas ofrecen diferentes tipos de transporte. Por ejemplo, nosotros contratamos el viaje con Berlengoest y pudimos elegir entre barco normal (20 € – 45 minutos) o una lancha neumática rápida (22 € – 20 minutos).
Nosotros elegimos la rápida porque nos apetecía probar la experiencia y, pese a que el mar estaba bastante picado y yo me mareé un poco (para no variar) fue la mejor decisión que podríamos haber tomado porque la descarga de adrenalina fue brutal y de paso llegamos de los primeros a las Islas Berlengas.
Además también grabamos un vídeo-resumen del viaje en lancha para que veas lo bonito y divertido que es el paseo, divisando toda la costa de Peniche, con el Cabo Carvoeiro y el faro a un lado y la inmensidad del océano Atlántico al otro, ¡increíble!
⇒ Si se quisiera llegar hasta ellas el resto del año habría que contratar alguna embarcación privada que acceda a hacer el recorrido
Y tú, ¿conocías ya este lugar tan dramático y salvaje?
¿Te gustaría visitar las Islas Berlengas en uno de tus próximos viajes?
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12 Comments
Qué interesante el artículo, me ha encantado… me lo apunto para un próximo viaje a Portugal!
Me alegra que te haya gustado Maribel, ¡un abrazo!
He estado una semanita en Porto y alrededores y estoy segurisima que volveré a Portugal! Así que esta propuesta me viene de vício 😉
Portugal es una caja de sorpresas jeje ¡Un besote! :)
Si hubiera visto antes este post lo incluía en la ruta de este verano!! jeje
La verdad es que se ve muy bonito y además lo vendes muy bien!! Te deberían contratar en agencias de viajes para vender destinos, seguro que aumentan las ventas! jajaja
Me encantaron las vistas desde los miradores y el color del agua <3 apuntado para una próxima visita a Portugal!
Un abrazo Sandra!
Es que es alucinante Kath, y lo mejor que es muy poco conocido, merece muchísimo la pena <3
Sandra me acabas de crear una necesidad que casi, casi ya estaba creada viendo tu viaje por IG, qué chulada la verdad, y el vídeo, el vídeo me ha encantado, qué paz se percibe. Gracias por compartir esos momentos
Un Beso
Merece mucho la pena Xènia, es una zona muy desconocida de Portugal pero con muchísimas cosas que ver :)
Si hay un país para que para mi es un auténtico desconocido es Portugal, y eso que lo tenemos bien cerca. Has presentado una guía como siempre detallada y completa como para despertar el interés de quienes como yo desconocemos nuestro vecino. Además, las islas Berlengas tienen pinta de ser aun menos transitadas que otros puntos de interés de Portugal. Muy a tener en cuenta!
Sí, la verdad que mucha gente ni conoce Portugal y es una pena, ¡con lo bonita, barata y cerca que está! jeje
Qué buena pinta tiene este lugar!
No lo conociamos pero nos lo apuntamos!! 😉😉
Sí, es una maravilla y precisamente lo mejor de todo es que aún no es muy conocido, así que tiene más magia jeje Un abrazo!